06 may. 2025

Así se fugaron los reos de la cárcel de ''máxima seguridad’’

Un grupo de ocho reos logró fugarse de manera sorprendente con la complicidad de funcionarios penitenciarios, de la cárcel de Minga Guazú. Las imágenes del interior del penal revelan el momento exacto y cómo actuaron.

El momento de la supuesta entrega de la ''llave''

Según el fiscal de turno, Alcides Jiménez, el reo Marcio Cuadra fue quien se encargó de abrir las celdas de sus compañeros. En cuestión de dos minutos, los ocho reos lograron salir de sus módulos, subir a un área de seguridad y posteriormente ganar la calle. Para ello, utilizaron sábanas y toallas atadas a modo de cuerda, descendiendo por el muro de la penitenciaría, una escena comparada con la entrada a la “Baticueva” de Batman y Robin.

Las cámaras de monitoreo captaron el momento en que los reos abandonan el área de celdas y cómo los guardiacárceles también se retiraron de la zona de la fuga. Sorprendentemente, las imágenes exteriores no muestran vehículos inmediatos a la penitenciaría.

Inicialmente se manejó la hipótesis de que los fugados tomaron la zona boscosa aledaña, según declaraciones del ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, basadas en lo que dijo el recapturado Fredy González. Sin embargo, también surgió la información de que podrían haber utilizado un vehículo de servicio por plataforma para dirigirse hacia el río, ubicado a unos 7.000 metros de la penitenciaría, zona que conecta con otras localidades e incluso la frontera.

La fuga habría sido facilitada por la entrega de una “llave maestra” por parte de un guardiacárcel. Se presume que cinco funcionarios de la penitenciaría, cuatro guardiacárceles y el encargado de monitoreo, habrían recibido una gran cantidad de dinero a cambio de su colaboración. Aunque el monto exacto no ha sido determinado por las autoridades, de manera extraoficial se habla de un soborno de $100,000. Incluso se menciona que una mujer, días antes de la fuga, habría sido vista con Fredy González portando el monto, dinero que fue incautado pero cuya incautación no habría sido comunicada a las autoridades policiales.

La seguridad del penal también se vio comprometida por la falta de vigilancia en un sector lateral, donde no había guardias penitenciarios debido a la limitación de personal del Ministerio de Justicia.

Tres minutos antes de la fuga, un militar realizó un recorrido por la parte frontal y trasera, pero el sector por donde escaparon los reos no estaba cubierto por los guardias penitenciarios. Ante esta situación, el ministro de Justicia anunció que los militares encargados del perímetro de seguridad serán sometidos a la prueba del polígrafo.

Uno de los fugados, Fredy González, fue recapturado debido a que aparentemente se fracturó una pierna durante la huida. Se informó que estaba en compañía de otros dos reos, quienes lograron escapar tras pedir un servicio de transporte por aplicación.

Entre los fugados identificados se encuentra Juan Valentín y Fran Espínola, con antecedentes por robo agravado y homicidio doloso. Inicialmente se especuló sobre la posible fuga de alias “Tío Rico”, pero esta información fue descartada, al igual que la posible fuga de Carmen Villalba, quienes se encontraban en sus respectivas celdas.

Las autoridades han detenido a cinco funcionarios penitenciarios y no se descarta que otros, incluyendo militares, puedan ser incluidos en la investigación. Este hecho ha generado una gran indignación y cuestionamientos sobre la verdadera condición de “máxima seguridad” de la penitenciaría de Minga Guazú.

VER MÁS:
Cuatro paraguayos regresaron esta madrugada al país tras alcanzar el campo base del Monte Everest, una hazaña que calificaron de espectacular y única. Los mismos relataron los desafíos enfrentados durante su expedición.
El cuerpo del papa Francisco ya fue trasladado a la Basílica de San Pedro, donde miles de personas podrán despedirlo. Permanecerá allí hasta la ceremonia central, que será el próximo sábado.
Las nuevas víctimas pertenecientes al staff de instructores docentes del SNPP. Estas personas eran miembros de una asociación de empleados a través de la cual obtenían créditos. Según la investigación, los empleados firmaban pagarés con su asociación y realizaban los pagos correspondientes. Sin embargo, posteriormente eran demandados por casas de crédito a través del juzgado de la Recoleta para el pago de deudas que ya habían saldado.