La crítica principal radica en que esta ostentación se realiza con dinero público, ya que Rocío Abed, como diputada, y Justo Zacarías, como director de Itaipú, suman un salario mensual de 180 millones de guaraníes.
La senadora Celeste Amarilla señaló que el alto costo es “absolutamente innecesario” y que es una forma de decir “miren lo que yo estoy percibiendo hoy”. La senadora Yolanda Paredes agregó que los souvenirs para los aproximadamente 500 jóvenes asistentes eran maquillajes de una buena marca, con un valor de 26 dólares cada uno.
Se recuerda que Justo Zacarías tiene antecedentes de mal uso del dinero público, siendo conocido por el “gallinero de oro”, y que esta fiesta “viene a coronar” su “antecedente nefasto”. La ciudadanía y los legisladores consideran esta ostentación como una “agresión”, especialmente para quienes no pueden acceder a un salario mínimo.