” Entre dos entraron en mi casa. Uno me tenía ahí atajada y el otro se fue en mi pieza. Después vi que el otro muchacho ya le tenía a mi hijo con el almohadón en su boca para que no haga ruido. Mi hijo era mi vida, el único motor de mi vida era mi hijo”, dijo entre lágrimas.
Agregó que ella abrió la puerta a los delincuentes pensando que eran los albañiles que estaban realizando un trabajo frente a su casa. Mencionó que ella no consume ningún tipo de sustancias ni tampoco alcohol.
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