Según los intervinientes, el uruguayo Sebastián Enrique Marset Cabrera de 30 años de edad, supuestamente sería la pieza clave y jefe de la organización criminal.
Las autoridades investigan si el club habría recibido algún tipo de aporte de quienes participan del esquema que está quedando a descubierto.
El hombre fue parte del Deportivo Capiatá durante 1 mes, fichó el 16 de abril del año 2021 y estuvo hasta el 29 de mayo del mismo año cuando disputó su último partido.
Autoridades del club indicaron que después de esa fecha el jugador dejó de presentarse sin dar explicación alguna. A su paso por el club disputó 4 partidos y en 2 estuvo en la banca de suplentes.
El vicepresidente del club, Óscar Barreto, mencionó al exjugador y representante de jugadores, Derlis Maidana, como el nexo con el club y el futbolista, asegurando desconocer los antecedentes del mismo y negando cualquier tipo de vínculos con las empresas hoy citadas, como parte de la estructura criminal acusadas por lavado de activos.
Desde la administración del Deportivo Capiatá aseguraron que el único financista del club desde el 2010 es el señor Erico Galeano, quién es presidente con permiso por cuestiones de salud. Sus otras fuentes de ingreso son por los derechos televisivos pagados por la APF y la Cooperativa Capiatá.