Todos los días, los pequeños Alex y Williams se despiertan a las 04:00 de la madrugada para asistir a la única institución educativa de la comunidad, distante a unos 5 kilómetros de su precaria vivienda.
Los niños tienen un solo medio de transporte: un burro de carga que los lleva todas las mañanas hasta la escuela Virgen del Rosario.
Cuando el clima es adverso, los estudiantes no pueden asistir a clases porque los caminos se inundan y se vuelven intransitables.
Mirá el video: