27 dic. 2025

Un chofer absolutamente descontrolado

Un episodio de violencia se desató en la avenida Manuel Ortiz Guerrero, que conecta las ciudades de Ñemby y San Lorenzo, cerca de las 10:20 de la mañana. El incidente involucró a dos colectivos de transporte público, específicamente de la Línea 26 y la Línea 2.

Screenshot_1.png

Según relatos de testigos y usuarios del transporte público a la Policía Nacional, el altercado fue precedido por lo que comúnmente se conoce como “carreras” entre colectivos. Aparentemente, el conductor de la Línea 2 intentó cerrarle el paso al conductor de la Línea 26, con quien comparte itinerario, en un intento por evitar que este último recogiera pasajeros. Usuarios también comentaron que “siempre pasa eso, juegan carrera y lo que llegan primero es lo que ganan”.

La situación escaló cuando uno de los vehículos intentó rebasar al otro por la banquina, del lado derecho de la calle. En medio de esta maniobra, el conductor de la Línea 2 cerró el paso al otro bus y también dañó parte de uno de sus espejos. Fue entonces cuando el conductor de la Línea 2 tuvo una reacción “completamente fuera de sí”. Bajó del colectivo y, con un martillo, comenzó a golpear el parabrisas de la otra unidad.

Las imágenes capturaron la “manera brutal en que este hombre golpea el parabrisas” La reacción violenta del conductor de la Línea 2 tuvo una contraparte. El conductor de la Línea 26 tomó “un cascote, una piedra gigante” que estaba al costado de la calle y la lanzó por el abdomen del conductor de la Línea 2. Este último resultó herido tras el impacto de la piedra y posteriormente reportó la situación a la Policía Nacional.

VER MÁS:
Un hombre quedó gravemente herido luego de que su pareja le disparara durante una discusión por celos al volver de una fiesta de jineteada. La mujer escapó en una camioneta y es buscada por la Policía.
Un empresario del rubro de la electrónica, oriundo de Ciudad del Este, fue víctima de un violento asalto en un edificio en la ciudad de Asunción. Los delincuentes, armados y disfrazados como policías, ingresaron al inmueble y lograron sustraer aproximadamente G. 65 millones, además de varias joyas.
La técnica ancestral del barro negro conocida como ñai’ũpo obtuvo su incorporación oficial a la lista de salvaguardia urgente de la UNESCO. Este reconocimiento lo declara Patrimonio Cultural Inmaterial.