Una mujer identificada como Cristina Araujo, fue interceptada por dos hombres que iban a bordo de una motocicleta. Según su declaración, uno de los asaltantes le apuntó directamente en la frente con un arma de fuego. Los ladrones le exigieron en todo momento la moto, lograron despojarla de su motocicleta y también robaron su teléfono celular que llevaba en una riñonera. La motocicleta robada era fundamental para la movilidad de la víctima, ya que la utilizaba para ir a su trabajo.
La mujer mencionó que apenas había pagado la quinta cuota de un plan de dos años por la moto. La víctima expresó su impotencia y rabia, indicando que llegó a su casa y recién entonces pudo llorar y temblaba. Comentó que no sabe si los asaltantes le hubieran hecho algo más si no hubiera llegado un auto al lugar, lo que ella cree que la salvó. Cristina, la victima, especula que los ladrones no quieren trabajar y que la adicción los lleva a robar y luego “regalar” el vehículo.