La incautación se produjo durante un control rutinario de la gendarmería. La sospecha surgió cuando los agentes notaron que los precintos del camión estaban manipulados: de los tres sellos que debía tener, solo uno estaba intacto, y los otros dos fueron encontrados arrancados en una caja de herramientas.
Esta irregularidad llevó a la gendarmería a convocar al escuadrón de CAN Antidrogas, cuyo perro experto detectó rápidamente la droga en la zona de carga del furgón. Tras intervenir y abrir el furgón, los efectivos encontraron un total de 75 bultos que contenían casi 1400 kilogramos de marihuana, siendo transportados de manera ilegal.