Ambos fueron interceptados por al menos tres hombres encapuchados y armados que descendieron de un automóvil blanco, exigiéndoles la entrega del dinero. El asalto ocurrió frente a una institución educativa.
La situación se tornó confusa ya que, tras cobrar el dinero, la vendedora se dirigió a la casa de su hermana por temor a la cantidad de efectivo, momento en que fue interceptada.
Sin embargo, el comprador del inmueble también realizó una denuncia, alegando que la vendedora “desapareció" del lugar con el dinero antes de que se conociera el robo. Agentes de investigación acudieron al sitio del asalto, pero las cámaras de seguridad de la institución educativa no se encontraban grabando en el momento del hecho.