El fotógrafo Isaías Vera estaba realizando una sesión de fotos a una quinceañera con temática de picnic cuando de pronto, tanto él como su cliente, se llevaron un gran susto. Un cocodrilo apareció en la toma, posó para la cámara y luego devoró los bocaditos de la decoración.
El animal mordió el mantel, se alimentó de todo lo que había allí para la producción fotográfica y luego volvió a la laguna, no sin antes, convertirse en una gran estrella de portada de revista ya que su imagen se hizo viral y ya recorre el mundo.
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