La crisis del agua golpea terriblemente a varias comunidades indígenas, especialmente, a la zona de Pozo Colorado, departamento de Presidente Hayes.
Las familias se ingenian para obtener un poco del líquido vital de los pozos y tajamares lo que les genera problemas importantes de salud debido a que no es apta para el consumo humano.
Desde hace tres meses los pobladores piden ayuda al Gobierno pero hasta el momento no reciben respuestas. La sequía en el lugar cada vez es más intensa lo que agrava la situación.
Los docentes de la escuela del lugar decidieron cerrar la casa de estudios como medida de protesta. Comentaron que la situación ya es alarmante y que necesitan ayuda de las autoridades.
Los pequeños iban a la institución educativa sin asearse, con la ropa sucia y sin ninguna botella de agua para saciar la sed en medio del intenso calor. Además, a esto se suma que no disponen de atención médica.