Son varias las historias que se presentan a lo largo de la terminal, como el caso de una mujer que viajó para ver a su madre, que vive en Capiibary, después de 2 años.
''Por la pandemia ya no pude ir junto a mamá y más con las criaturas porque no se podía decían. Ahora ya hay vacunas, que ya nos vacunamos podemos ir’’, expresó en medio de mucha emoción.
Por otro lado, los comerciantes también ya notan una diferencia en sus ventas gracias al ingreso de una mayor cantidad de pasajeros. Pese a que la venta aún no sea la deseada al menos ya existe esperanza de que la situación irá mejor.
La cantidad de personas en el sitio aumentará a medida que lleguen las festividades de la Virgen de Caacupé y luego las fiestas de Fin de Año.