La muerte no se produjo por asfixia, sino por una lesión neurológica que derivó en un paro respiratorio. Según los forenses, la persona que ejecutó el crimen lo hizo desde una posición superior al plano de la víctima, lo que sugiere que Melania pudo haber estado arrodillada o en una posición inferior en el momento del ataque.
Tras la lesión neurológica y la tracción del cuello, el cuerpo fue arrastrado hasta el punto donde fue encontrado. En ese lugar, la ropa inferior de la víctima fue quitada y utilizada como elemento de sujeción para el cuello, simulando una ahorcadura.
El Dr. Lemir señaló que existen otros hallazgos que se mantendrán en reserva para proteger el proceso de investigación y por respeto a la víctima, insinuando la existencia de elementos aún más “atroces”.