Aunque la decisión aún no está tomada, el mandatario defendió la propuesta al señalar que permitiría a miles de familias paraguayas compartir más tiempo juntas, especialmente durante unas fechas cargadas de simbolismo y afecto.
Peña explicó que convertir el 26 de diciembre en feriado facilitaría el tradicional éxodo hacia el interior del país, dando a quienes viajan la posibilidad de permanecer varios días con sus seres queridos sin presión de volver inmediatamente a Asunción.
La medida también apunta a impulsar el turismo y dinamizar la economía, permitiendo que trabajadores del área metropolitana puedan aprovechar un fin de semana prolongado.
Si bien algunos gremios empresariales expresaron reparos, el presidente aseguró que la evaluación se está realizando “con mucha seriedad”, equilibrando el impacto económico con la importancia del espíritu navideño.