La operación policial resultó en cinco allanamientos y seis detenciones, incluyendo a Francisco Rolón, un exfuncionario de telefonía, quien involucró a su padre y hermano.
El modus operandi iniciaba desde la Penitenciaría de Encarnación, donde un recluso solicitaba el bloqueo de líneas telefónicas de víctimas. Posteriormente, otros miembros de la banda en Capiatá y San Lorenzo utilizaban cédulas falsificadas para reactivar las líneas en sus propios dispositivos. Esto les permitía acceder a códigos de verificación, cuentas bancarias, redes sociales y extorsionar a familiares.
Se han contabilizado tres víctimas con un perjuicio total que supera los 200 millones de guaraníes. La investigación, a cargo de la Policía Nacional y el Departamento contra el Cibercrimen, continúa, y no se descartan más víctimas.