La familia de Miguel asegura que él nunca manejó esa cantidad de dinero y pide a la fiscalía seguir investigando, encontrar a los responsables y determinar por qué lo mataron.
Miguel era un hombre solitario, no tenía pareja ni dejó descendencia. Su padre ya no vive y su madre vive en Villa Florida, tiene tres hermanos en Paraguay y dos en Argentina.
Trabajó durante 24 años en un taller, hasta que en el 2019 decidió independizarse y montar su propio taller con el dinero de la indemnización.
No se explican las razones de tan horrible homicidio, pese a no poner resistencia fue cruelmente atacado hasta morir. La abogada de la familia llegó desde Itapúa para administrar los bienes que quedan y sucederlos a la familia.