Este resurgimiento de denuncias ocurre luego de que el gobierno de Estados Unidos designara a Horacio Cartes como significativamente corrupto, mencionando un esquema de sobornos a legisladores afines. Ahora, con el estallido de este escándalo, se habla abiertamente de “repartija de dinero para votos”, así como de la distribución de cargos y cupos de combustibles, prácticas que eran un “secreto a voces”.
Los legisladores de la oposición calificaron el Congreso como un “vertedero”, urgiendo a Honor Colorado a tomar medidas con la “basura” interna. Se considera que, de confirmarse los hechos, amerita la pérdida de investidura para los involucrados, ya que “nunca estuvieron a la altura del cargo”.
La senadora Lizarella Valiente fue mencionada en los audios relacionados con una supuesta repartición de una donación de Taiwán y manifestó estar “muy molesta” por su involucramiento en este esquema.