La mujer de 74 años dijo que los padres de ambas menores son adictos a las drogas y que la custodia de las niñas quedó a su cargo por obligación sin que ella pudiera mantenerlas por sus escasos recursos, por su edad avanzada y por la enfermedad que padece.
Relató que en varias ocasiones pidió ayuda a las instituciones pero nunca fue escuchada. Comentó que solicitó que las dos niñas vayan a un hogar de resguardo para internarlas pero nunca obtuvo respuesta por parte de la defensora pública Águeda Moreno ni tampoco del juez Guillermo Trovato.
“Ellas se escapaban de mi y siempre que se veía mal la Defensoría me volvía a traer las niñas a mi, y así vivíamos. Entonces yo le dije a la Defensora que le den un hogar. Es última vez que se escapó ya me enteré que la mayor andaba en cosas feas, ya perdió su escuela y le volví a pedir ayuda ", comentó.
La mujer agregó que por más que insistía en que la Defensora le busque un hogar sustituto a las niñas, siempre hizo caso omiso hasta que pasó la desgracia. “Ella ya me ignoraba nomás para lavarse las manos, hasta que sucedió lo que sucedió. Si ellos hacían su trabajo esto no iba a suceder”, lamentó.
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