A pesar de las condiciones precarias y los peligros evidentes, la comunidad educativa continúa sus actividades, mientras los padres de familia expresan su profunda inquietud por la falta de soluciones por parte de las autoridades municipales.
La estructura edilicia, con 25 años de antigüedad, presenta un techo prácticamente inservible que requiere una renovación total, pero la escuela no fue incluida como prioridad en la planificación de obras de la Comuna.
La situación se agrava con problemas de infraestructura que afectan directamente la rutina escolar. Durante las recientes lluvias, los alumnos del nivel inicial debieron buscar refugio en la dirección debido a la inundación de sus aulas. Asimismo, la construcción de baños sexados permanece inconclusa, lo que obliga a los aproximadamente 150 alumnos del primer ciclo a compartir solo dos sanitarios, cuya capacidad resulta insuficiente.
Las deficiencias también impactan en el programa de almuerzo escolar. Ante la falta de un espacio adecuado, una sala de clases se utiliza como cocina, y los pupitres de los estudiantes se convierten en improvisadas mesas para consumir sus alimentos.
El presidente de la cooperadora escolar, Henry Chaparro, manifestó su preocupación por la paralización de las obras. La comunidad educativa también denuncia la falta de transparencia por parte de la municipalidad de Minga Guazú en relación con este proyecto.