La ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, explicó que el cambio más significativo es que el Estado proveerá la flota de buses, mientras que los empresarios se encargarán de administrarlos bajo contrato. Esto tiene como objetivo romper el monopolio actual de los proveedores de transporte.
Además de la renovación gradual de la flota con nuevos buses eléctricos y diésel de menor emisión, se prevé la incorporación de 30 buses eléctricos en breve. La reforma también contempla mejoras en la infraestructura vial, como paradas y carriles exclusivos, e incluirá tecnología para que los usuarios puedan rastrear los buses en tiempo real.