31 jul. 2025

El día después de la masacre en Capiatá

Una horrible tragedia sacudió a un barrio de Capiatá, donde una familia entera fue brutalmente asesinada. El presunto autor es un exconvicto de 23 años, quien se había instalado en la vivienda tras haber contraído matrimonio con una de las víctimas mientras estaba en prisión.

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Las víctimas son Analía, su pequeña hija Yulise, y la madre de Analía, doña Magdalena. El presunto autor es Blas Serafini, un exconvicto de 23 años, quien se había instalado en la vivienda tras casarse con Adalís en prisión y recuperar su libertad el 28 de mayo.

Los hechos se descubrieron cerca de las 14:00 horas cuando la hija mayor de Analía acudió al lugar alertada por Serafini, quien afirmó que su madre se sentía mal. La joven encontró a Serafini tendido en el suelo y pidió ayuda a los vecinos.

Estos lograron que el hombre expulsara pastillas que había consumido, aparentemente con intenciones de autoeliminarse. Al revisar la casa, los vecinos hicieron el terrible hallazgo:

• En una habitación, encontraron a la pequeña Yulise sin vida, desnuda, con golpes, moretones en el cuello y rastros de sangre en la zona íntima, lo que sugiere un posible abuso previo a su muerte.

• En otra habitación, hallaron los cuerpos sin vida de Analía (torso medio desnudo) y de su madre, doña Magdalena.

Serafini intentó escapar pero fue reducido por los mismos vecinos, quienes lo entregaron a la policía. A pesar de los intentos de golpearlo por parte de los vecinos ofuscados, el hombre fue llevado a la comisaría. Vecinos señalaron que Serafini había generado zozobra en la comunidad desde su llegada, con amenazas de muerte y problemas, aunque inicialmente se mostró como “un angelito”.

A pesar de las denuncias previas por robos y altercados, y de las señales de violencia, la comunidad lamenta no haber podido evitar la tragedia.La policía custodia la casa mientras se espera el resultado de la autopsia de los tres cuerpos para determinar la causa exacta de las muertes. Los vecinos no escucharon gritos ni ruidos la noche del sábado, cuando pudo haberse registrado el crimen.

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