La polémica se desató anoche cuando el Dr. Morínigo hizo pública su queja en redes sociales, manifestando que ya no podía callar lo que había estado observando por mucho tiempo. El médico denunció que en el INERAM se atiende a personas con tuberculosis, pacientes debilitados, y gente que llega con hambre, miedo y a menudo sin familia, quienes dependen totalmente del hospital.
Según la denuncia, el hospital no cuenta con leche para los enfermos. En su lugar, se les proporciona “cocido negro” a pacientes que requieren proteínas para su sanación. Morínigo afirmó que la comida que reciben los pacientes no solo es insuficiente, sino que “muchas veces parece sobra”.
El denunciante enfatizó que mientras afuera del hospital “se hacen actos, fotos, discursos, celebraciones,” dentro de la institución más importante en enfermedades respiratorias no existe “ni lo mínimo para alimentar a los enfermos”. Morínigo subrayó que el tratamiento de los pacientes no se limita al antibiótico, sino que incluye nutrición, calor humano y respeto, porque la dignidad también cura.
Para ilustrar la situación, el Dr. Morínigo compartió una fotografía de una bandeja de comida que contenía fideo hervido y unos trocitos de zanahoria, supuestamente servida en una de las salas del INERAM.
El Dr. Morínigo también criticó la falta de equidad en la salud, señalando que no deberían existir hospitales de primera y de cuarta clase. Mencionó que el personal, incluyendo administradores, a veces saca dinero “de su bolsillo” para comprar insumos o buscar salidas para solucionar la escasez, lo cual no resuelve el problema de fondo. Hizo un llamado a la provisión de alimentación digna y a terminar con la indiferencia y el silencio, advirtiendo que la indiferencia y el silencio matan.
Respuesta del director Felipe González
Al ser consultado sobre la denuncia, el director del INERAM, Dr. Felipe González, reconoció la existencia de problemas en la provisión de alimentos.
González explicó que los servicios de alimentación, seguridad y limpieza se manejan mediante un mecanismo de adjudicación que debe renovarse mediante licitación cada dos o tres meses. Esto puede generar problemas en la provisión de alimentos durante la “ventana” de tiempo que transcurre entre el vencimiento del contrato y la nueva adjudicación.
Al ser consultado sobre la posible incidencia del Gobierno en la postergación o el diferimiento del pago a los proveedores (una medida para calzar con el presupuesto del próximo año y evitar superar el déficit fiscal), González admitió que esto podría tener “algún tipo de incidencia”.
El director confirmó que la falta de estos insumos afecta directamente la posibilidad de recuperación de los pacientes, quienes requieren proteínas y una alimentación específica que no se les estaba proveyendo.
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— Telefuturo (@Telefuturo) November 19, 2025
🔹Doctor Carlos Morínigo denuncia comida en pésimo estado en el Ineram.
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