El detenido fue identificado como Diego Osmar Verón Ramírez, quien inicialmente denunció que supuestos abigeos lo habían golpeado, maniatado y robado seis animales. Sin embargo, durante el interrogatorio fiscal, incurrió en contradicciones hasta admitir que todo se trataba de una farsa.
Según la investigación, el capataz incluso contrató a un amigo para que lo atara y golpeara, además de simular huellas con un vehículo para dar veracidad a su historia. Finalmente, se comprobó que él mismo hurtaba los animales de la estancia. Fue trasladado a la comisaría local y quedó a disposición de la justicia.