Este procedimiento marca una nueva etapa en la política de reordenamiento del sistema penitenciario.
En total, fueron trasladadas 664 mujeres privadas de libertad. Esta cifra incluye a las 569 mujeres que se encontraban en el Buen Pastor, sumadas a 93 mujeres que estaban recluidas en la penitenciaría Serafina Dávalos de Coronel Oviedo.
Detalles operacionales y logísticos
El traslado fue posible gracias a la coordinación entre el Consejo de Defensa Nacional (CODENA), la Policía Nacional, el Ministerio del Interior, las Fuerzas Armadas de la Nación y el Ministerio de Defensa.
El operativo contó con la participación de 400 efectivos de la Policía Nacional y 520 agentes de las Fuerzas Armadas, además de 90 funcionarios administrativos del Ministerio de Justicia y agentes penitenciarios.
Respecto al trato dado a las reclusas durante la transferencia, el ministro de Justicia Nicora explicó que se les dio un trato diferenciado debido a que las mujeres privadas de libertad son consideradas una población vulnerable dentro del sistema penitenciario. A diferencia de otros operativos con varones, se evitó el cambio de prendas y las mujeres llevaron cintillos de manera frontal con sus pertenencias, una medida planificada para evitar manifestaciones y retrasos.
Las mujeres consideradas de alta peligrosidad, como Villalba y otros “altos perfiles”, ya habían sido trasladadas en operativos previos hace varios meses.
Mejoras y cumplimiento constitucional
El nuevo complejo en Emboscada es un centro penitenciario exclusivo para mujeres privadas de libertad, con personal femenino idóneo y el personal de custodia necesario.
Indicaron que este sitio tiene como objetivo eliminar el hacinamiento en el sistema penitenciario femenino. El nuevo complejo tiene una capacidad de albergue para 1.237 mujeres y una extensión de 45.000 m², contrastando significativamente con los 10.000 m² que ocupaba el Buen Pastor.
El Ministerio enfatizó que se cumple con los artículos 20 y 21 de la Constitución Nacional, cuyo fin último es la readaptación de la persona privada de libertad. Se busca bajar los índices de reincidencia mediante la aplicación efectiva de programas de reinserción social.
Según las autoridades, las mejoras en Emboscada son sustanciales en comparación con las condiciones del Buen Pastor:
* Tecnología de punta para controles de ingreso e internos.
* Equipamiento de primer nivel en la cocina y una lavandería nueva.
* Ocho módulos en total, con lugares apropiados para estudio, capacitación y programas laborales.
* Celdas individuales que albergan hasta cuatro mujeres, equipadas para el aseo y la rutina diaria.
* Separación efectiva de mujeres procesadas y condenadas, y subclasificación de las condenadas en distintos grupos para programas de reinserción.
Las mujeres con hijos, embarazadas o que constituyen un subgrupo vulnerable fueron enviadas a la penitenciaría de Coronel Oviedo (Serafina Dávalos). Este lugar fue elegido estratégicamente porque su infraestructura no es la habitual de un centro penitenciario (sin murallas ni garitas), buscando que los niños en contexto de encierro no sientan el rigor de ese ambiente. Además, la ubicación en Coronel Oviedo permite la cercanía con el gran hospital regional para cualquier necesidad de atención sanitaria.
Programas y futuro de la propiedad
Por otro lado, informaron que el Ministerio de Justicia continuará con los programas de educación laboral, manteniendo alianzas con Sinafocal, SNPP, y el sector privado. Se destacó la continuidad del convenio con la Unión Industrial del Paraguay, un gremio que da un gran respaldo a los programas de reinserción social.
Respecto a la propiedad del Buen Pastor, Nicora indicó que seguirá perteneciendo al Ministerio de Justicia. Dijo que el Estado paraguayo dispone ahora de una propiedad de “altísimo valor” a la que se le dará el mejor destino para beneficio de la ciudadanía”.