Según algunos profesionales de la salud, la primavera altera las hormonas. La explicación es que, al tener más horas de sol, el cuerpo no segrega tanta melatonina (hormona que regula los ciclos de día y noche), lo que hace que se de paso a otras hormonas como la oxitocina, la serotonina, o la propia dopamina.
La cantidad de estrógenos —hormonas sexuales femeninas— como de andrógenos —hormonas sexuales masculinas— aumenta con la llegada de la primavera.
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