Al notar movimientos extraños, la víctima comprendió que estaba frente a un hecho de exhibicionismo totalmente repudiable. El agresor, con tapabocas y capucha cubriendo su rostro, al verse descubierto intentó acelerar el acto, aparentemente con la intención de eyacular delante de la ella.
La joven, aterrorizada por la situación, tomó una decisión desesperada: se levantó y se lanzó del colectivo en movimiento. Corría un altísimo riesgo, pero prefería enfrentar eso antes que seguir siendo víctima de una agresión sexual. Afortunadamente, no le pasó lo peor —aunque sí sufrió raspaduras e importantes heridas en codo y cadera— y tuvo que ser trasladada al hospital para recibir atención médica
Al llegar a la Comisaría Novena de Pirayú, formalizó la denuncia. El chofer de la unidad, al percatarse de la caída de la joven, se detuvo para auxiliarla. Fue en ese momento que ella le contó lo sucedido. Mientras el chofer la asistía, el agresor aprovechó la distracción, bajó por la puerta trasera y huyó corriendo.
Lo más preocupante: este individuo ya es señalado como sospechoso de situaciones similares de exhibicionismo, tanto en colectivos como en la vía pública.
La madre de la víctima relató que él intentó contactar al hermano de la joven por Facebook, pidiendo perdón y rogando que retiraran la denuncia. Mientras tanto, la muchacha quedó con un miedo profundo. No quiere que ningún hombre se siente cerca de ella en un colectivo.