Una alegría desbordante e incontenible se apoderó del microcentro de Asunción hasta altas horas de la madrugada, luego de que Selección Nacional clasificó nuevamente a un Mundial de fútbol después de 15 largos años. Miles de hinchas, con un fervor incontenible, se congregaron en un punto ya emblemático para las grandes celebraciones del país; la calle Palma, frente al Panteón de los Héroes, el epicentro de los momentos históricos de Paraguay.
La emoción unió a varias generaciones, reflejando el largo tiempo que el país esperó para volver a la máxima cita del fútbol. Se pudieron ver escenas conmovedoras como la de una madre celebrando con su hija, quien vivirá su primer Mundial.
“Demasiado feliz, vivir este momento con mi hija es único”, comentó la emocionada madre, esperando que su presencia se convierta en una “cábala” para el futuro del equipo.
Del mismo modo, un hombre compartía su felicidad junto a su nieto, mientras otros aficionados se aseguraban de que los más jóvenes pudieran sentir por primera vez esta sensación. Para muchos este momento es la realización de un sueño.
En medio de los cánticos y la euforia, un nombre resonó con especial fuerza; Gustavo Alfaro. El director técnico de la Selección Paraguaya fue el principal destinatario de los elogios y el cariño de la gente. La gratitud fue tal que algunos lo apodaron “San Alfaro”, reconociendo su papel clave en la clasificación.
La sensación general fue de una emoción profunda que recorrió a todo el país. Cabe destacar que el agradecimiento no fue solo para el técnico, sino también para los jugadores de la Albirroja.
La fiesta, que se extendió por horas, fue un reflejo del sentimiento de un pueblo que vuelve a soñar en grande gracias al fútbol.
📌#AHORA Interminable festejo por la clasificación, en Asunción. La Selección vuelve después de 15 años.
— Telefuturo (@Telefuturo) September 5, 2025
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