07 may. 2025

Papá Noel llegó volando al Hospital de Clínicas

El espíritu navideño invadió de solidaridad las áreas pediátricas de los hospitales públicos en la víspera de Nochebuena. En Clínicas, Santa Claus llegó volando en un helicóptero y sorprendió a todos los más pequeños.

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En estas fechas, los hospitales y centros de salud se engalanan con las mejores decoraciones navideñas para hacer más llevadero la estancia de los pacientes y el personal de Salud. Este año, la magia de la Navidad ya se hizo presente con villancicos, regalos, la visita sorpresa de Papá Noel y el Pesebre viviente.

En el Instituto de Medicina Tropical, se realizó la recreación del Nacimiento del Niño Jesús con villancicos que acompañaron el recorrido de la Sagrada Familia por todo el hospital llevando alegría y esperanza a cada paso.

También en el hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, un coro integrado por médicos y el personal de Salud recorrió cada pasillo. Además, el grupo “hospital de juguetes” fue hasta el lugar y pidió un corazón para la pequeña Ximena, quien está a la espera de un donante.

Lo más llamativo se dio en el Hospital de Clínicas donde Santa Claus llegó volando en un helicóptero de la Fuerza Área y sorprendió a todos los niños con alegría y muchos regalos. Papá Noel comentó que está haciendo un largo recorrido también por comunidades del Chaco paraguayo visitando a los niños de escasos recursos.

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Los cardenales que participan en estos días del cónclave residen y se alimentan principalmente en La Casa Santa Marta, conocida oficialmente como “Domus Sanctae Marthae”, la misma casa que el papa Francisco eligió como su residencia.
En medio de la expectativa que rodea a la elección de un nuevo sumo pontífice, los familiares de los cardenales considerados “papables” viven un momento único. Alda Peralta Martínez, prima del Cardenal Adalberto Martínez, compartió en una conversación la singular experiencia de tener a un ser querido entre los 133 cardenales elegibles para ocupar el trono de San Pedro.
El día decisivo arrancó con una santa misa en el interior de la Basílica de San Pedro, un acto de preparación para los cardenales que tienen la tarea de elegir al próximo líder espiritual. Tras la misa, los mismos participaron de una solemne procesión hacia la Capilla Sixtina, vestidos con sus hábitos rojos y blancos, resonaron las letanías y el canto a medida que avanzaban.