Este fenómeno climático golpea con especial dureza a los pequeños productores agrícolas, cuyas condiciones de cultivo a menudo impiden la implementación de un cuidado integral y “bastante acabado” para salvaguardar sus cosechas.
Ante este escenario, el ingeniero Edgar Mayereyer, de la unidad de mitigación de riesgo del MAG, ha emitido una serie de recomendaciones cruciales para contrarrestar los efectos negativos de las heladas. Entre ellas, destaca la implementación de un sistema de riego aplicado específicamente para la protección de los cultivos.
Otra técnica eficaz es la cobertura con plástico o algún material similar que evite la pérdida de calor desde la planta o fruta. Adicionalmente, sugiere generar el “humo correspondiente” o utilizar “antifro” —que se logra con ramas verdes o secas— para minimizar la disipación térmica.