La trágica muerte de un niño de 11 años en Nanawa ha conmocionado a la comunidad y ha llevado a la imputación de su madre por homicidio doloso por omisión.
Según los detalles revelados, el niño fue encontrado sin vida en su vivienda, en condiciones de abandono y precariedad extrema. La autopsia confirmó la desnutrición severa y deshidratación. Las autoridades enfatizan que la situación se agravó por la falta de cuidados que sufrió el niño.
El fiscal a cargo del caso ha imputado a la madre, quien tiene otros cuatro hijos, por la violación del deber de cuidado y el abandono. La carátula del expediente es “homicidio doloso por omisión conforme al artículo 15".
Familiares y vecinos han declarado que la madre, a quien se le había restituido la patria potestad de la criatura en algún momento, se dedicaba al alcoholismo y se negaba a aceptar la ayuda ofrecida por la comunidad.
El Ministerio Público no descarta la responsabilidad del padre ausente, y ya se están realizando las diligencias pertinentes para recabar los datos necesarios. El caso subraya la complejidad de las situaciones sociales y la aplicación de la ley ante escenarios de extrema vulnerabilidad.