La agresión ocurrió mientras Dayana González se encontraba compartiendo en una discoteca en la zona de Carmelitas junto a sus hermanos. El acusado, Elián López Torres, arrojó una copa de vidrio que afectó el rostro de la joven ocasionando que perdiera totalmente la vista de un ojo.
El caso se tramita por el hecho punible de lesión grave. La familia pide que la causa sea elevada a juicio oral y público, ya que, además del daño físico irreparable, la víctima sufrió daños psicológicos, perdió su trabajo y tuvo que abandonar sus estudios. El padre de Dayana enfatizó que el caso “no puede quedar impune”.
La defensa técnica del acusado solicitó el sobreseimiento (desestimación) de la causa, argumentando una supuesta falta de oportunidad de indagatoria, mientras que la familia espera la resolución judicial, confiando en que se haga justicia.