Las instalaciones de privilegio, encontradas en los sectores conocidos como “la privada” y un pabellón cercano a la entrada principal, incluían aire acondicionado, televisores plasma, camas amplias, heladeras, máquinas de café, sofás, cuadros y baños privados.
Además, algunos internos gozaban de conexión satelital Starlink de Elon Musk, diseñada para zonas remotas. Se habla incluso de la presencia de jacuzzis y piscinas, un detalle que generó gran controversia.
Según la información recabada por una jueza, los presos supuestamente pagaban una suma de 300.000 guaraníes de forma mensual en concepto de “aporte solidario”, dinero que, según ellos, era entregado a una persona apodada “Chacorte”.
A pesar de la gravedad de los hallazgos, se ha informado que el director de la cárcel y el jefe de seguridad siguen en sus cargos, e incluso estarían acompañando la intervención.
La noticia provocó una ola de críticas y repercusiones políticas, con legisladores señalando estos “obscenos privilegios” como producto de un esquema corrupto persistente.