Sin embargo, un elemento podría aclarar el caso: una placa de titanio con número de serie, colocada en una cirugía realizada en el Hospital Ingavi, en Asunción. Este hallazgo motivó que familiares de Julio Espinola, de 60 años, desaparecido desde el 23 de marzo y con antecedentes de depresión, se presentaran ante la Fiscalía asegurando que los restos serían de él.
Una hija del desaparecido confirmó que su padre fue operado en dicho hospital y llevaba una placa similar, además de describir la ropa que vestía al momento de desaparecer.
El Ministerio Público, a cargo de la fiscal Carolina Quevedo, aguarda informes oficiales del Hospital Ingavi y de la empresa proveedora de la placa para confirmar la identidad. También se investigará si los huesos presentan signos de traumatismo que puedan orientar sobre la causa de muerte.