Gustavo Alfaro, seleccionador de la Albirroja, ofreció una emotiva conferencia de prensa antes del partido crucial contra la selección de Ecuador, mostrando vulnerabilidad y hasta lágrimas.
El entrenador Alfaro habló de dirigir personas con sueños y no solo jugadores. El estratega recordó que la selección luchaba por ganar dos partidos seguidos y sumar puntos de local, destacando su resurgimiento.
El momento más conmovedor llegó al explicar que el cariño del pueblo paraguayo rompió su “caparazón emocional”. Gustavo Alfaro confesó sentirse viejo pero feliz en Paraguay y temer perder el afecto recibido de niños y adultos. Explicó que este amor le genera una “obligación muy grande” de dar lo mejor en cada entrenamiento y partido.
El técnico recordó su primera charla con los jugadores, invitándolos a imaginar la clasificación a un Mundial. Manifestó su deseo de que, al final del partido, puedan abrazarse entre ellos y con toda la gente. Incluso anhela mezclarse entre los hinchas para celebrar como uno más.