Según el contenido presentado a Putin por los enviados Steve Wickof y Jaret Kutner, Rusia insiste en que cualquier pacto incluya el control de regiones ucranianas actualmente ocupadas y la renuncia formal de Ucrania a ingresar en la OTAN y la Unión Europea.
El presidente Volodímir Zelenski, por su parte, reafirmó una postura inflexible, rechazando cualquier concesión territorial y dejando en claro que no existe margen para un entendimiento inmediato.
La falta de puntos de convergencia implica que no se espera un cese al fuego ni avances significativos hacia un tratado en las próximas semanas.
En este contexto de tensión creciente, Putin lanzó además una advertencia a Europa en un foro económico, asegurando que Rusia está “preparada” si el continente decide involucrarse en un conflicto, un mensaje que reforzó la necesidad de previsión ante un escenario sin el respaldo militar estadounidense.