Legisladores opositores están convencidos de que el levantamiento de estas sanciones tiene un precio “pagado por el pueblo”, y consideran que es cuestión de tiempo para que también se le retire la designación de “significativamente corrupto”. Acusan al Gobierno de Santiago Peña de haber “empeñado nuestro país” a cambio de levantar las sanciones a las empresas.
Aseguran que, en el operativo para favorecer a Cartes, el gobierno de Peña se alineó totalmente a la política exterior de Estados Unidos, incluso votando en la ONU a favor de Israel y Taiwán, y siendo “el único en toda América Latina que votó... en contra de la paz en Gaza”.
A partir de ahora, la principal sospecha es que el cartismo iría por la reelección por la vía que sea, sin descartarse una enmienda o reforma constitucional.
Sin embargo, voces dentro del Partido Colorado rechazan estas especulaciones, catalogando el miedo a la reelección como un “fantasma” que surge cuando el partido está fuerte. Aseguran que el partido no necesita la reelección, ya que volverán a ganar las elecciones con el candidato que elijan.