La fiscal Irma Llano, quien lleva adelante la investigación, mencionó que la víctima tenía instalado los equipos en todo su domicilio, hasta en su dormitorio, y que el hombre se encargaba de subir todas las imágenes a un sitio de internet.
“Durante más de dos años su privacidad estuvo expuesta totalmente. Cuando se duchaba, cuando se vestía, cuando dormía con su marido, etc. La persona que le instaló la cámara tenía vinculado su correo y su número de celular”, comentó.