Se demostró en juicio que Alba Correa usó 286 millones de guaraníes del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (FONACIDE) del año 2011, dinero que debía ser para la reparación, mantenimiento y mejoras de escuelas en el departamento de Caazapá.
En cambio, la exjefa comunal invirtió este dinero en su “belleza particular”, sometiéndose a un aumento de senos, un alargue de cabello y una liposucción abdominal.
La condena fue dictada por un Tribunal de Sentencia de Caazapá, tras un proceso legal que duró diez años debido a “chicanas”. Aunque condenada, la exintendenta no irá a la cárcel. Las normas que debe cumplir incluyen comparecer mensualmente ante el juzgado, no cambiar de domicilio sin autorización y no salir del país.
Un aspecto notable del caso es que a la exintendenta no se le obliga a devolver el dinero malversado. Además, ha sido inhabilitada para ocupar cargos públicos por un periodo de cinco años. Alba Correa estuvo en el cargo de intendenta entre los años 2010 y 2015.