La voz de un aficionado paraguayo que relata 15 años de frustración y ausencia en los mundiales. El hincha recuerda la conexión más hermosa del mundo y la “bronca” que lo llevó a bajar los brazos.
Confiesa haber visto camisetas extranjeras con ídolos importados, mientras la bandera paraguaya seguía “arrugada”. El relato describe el retorno de la magia y el renacer de la ilusión futbolística en el país.
El mensaje afirma con fuerza que “no es solo fútbol”, es la identidad de un pueblo que recuperó la memoria. La carta destaca que la Albirroja une a colorados, liberales, cerristas y olimpistas bajo una misma pasión. Agradece al cuerpo técnico, en especial al profesor Gustavo Alfaro, por devolver orgullo e identidad a la selección.