El recorrido realizado en las dependencias de la excárcel, que funcionó desde el 20 de diciembre de 1919 (luego de haber sido sede de la congregación del Buen Pastor), expuso de manera cruda las condiciones en las que vivían las reclusas.
Hacinamiento y precariedad extrema
Las imágenes captadas en pabellones clave, como el denominado Salón Uno, donde estaban recluidas unas 70 mujeres, muestran un panorama de “total hacinamiento”. El espacio estaba caracterizado por la precariedad en cuestiones de espacio y de derechos humanos.
Las internas dormían en literas de dos plazas o dos camas, pero debido a la falta de espacio, también se colocaban colchones directamente en el suelo. La suciedad, la mugre, y la basura estaban por todas partes. Se observaron basureros al lado de los colchones, bolsas con restos orgánicos como huesos de pollo, y pequeños plásticos que probablemente eran utilizados para el consumo de estupefacientes.
Todo el espacio quedó “exactamente como estaba” después de la salida “urgente y un operativo sorpresa” de las mujeres.
La reacción de los guardianes y el legado histórico
La mudanza generó diversas emociones entre el personal. Una encargada de seguridad, con 12 años de experiencia en el sistema penitenciario como guardia, describió la partida con “mucha nostalgia”, “rabia” y “tristeza”. La rabia se debe, principalmente, a la distancia del nuevo destino, más que al traslado en sí. Esta funcionaria, quien trabajaba en la zona de máxima seguridad, recordó que el día a día en el Buen Pastor era de “tensión”.
Como ejemplo de las situaciones vividas, la mujer recordó el reciente nacimiento de una beba que ocurrió en la sanidad de la cárcel y cómo el personal tuvo que correr para asegurar la atención médica adecuada para la madre y la bebé.
El Buen Pastor también es recordado por episodios escandalosos, incluyendo amotinamientos e incendios. Uno de los incidentes más recientes fue el ingreso de un ataúd, el del hermano de Carmen Villalba, en un acto de “corrupción absoluta” en el que la directora accedió a la petición de una reclusa de máxima seguridad.
Futuro incierto: La improvisación en Emboscada
Aunque el cierre de la obsoleta penitenciaría representa el inicio de un cambio necesario, la implementación del traslado ha sido criticada por la improvisación.
El viceministerio, a pesar de que el sistema penitenciario y la inauguración de nuevas cárceles han sido temas de planificación y compromisos de campaña desde el inicio del Gobierno, no ha garantizado condiciones básicas en la nueva penitenciaría de mujeres en Emboscada.
Se ha confirmado que la nueva cárcel de mujeres aún carece de ventiladores y aires acondicionados. Esto es considerado grave, ya que con la construcción de cemento y varillas de hierro, el calor en la zona será mayor, especialmente en diciembre. La licitación para estos elementos esenciales ni siquiera está planificada hasta el próximo año.
En cuanto al personal, la mayoría de los funcionarios serán destinados a Emboscada, donde se necesita más personal, si bien las readecuaciones se harán en base a la antigüedad y la distancia de la vivienda de cada uno. Se está evaluando la forma de habilitar buses para trasladar a los guardias desde Asunción y otros puntos hacia Emboscada.
Mientras tanto, los familiares que esperan fuera del ex Buen Pastor tendrán permiso de ingresar para retirar las pertenencias de valor, como lavarropas, heladeras, televisiones y camas que fueron compradas por ellos mismos para las internas. Sin embargo, muchas otras pertenencias inservibles serán desechadas.
📌#AHORA Así quedó el ex Buen Pastor tras cierre definitivo.
— Telefuturo (@Telefuturo) October 8, 2025
🔴EN VIVO: https://t.co/bmmwHO0HQj#TelefuturoPy #DiaADiaPy pic.twitter.com/IplF5wYAoe