La víctima, Sofía Toledo, de 37 años, relató los 30 minutos de terror que vivió. El asaltante, fingiendo ser un cliente, ingresó al local y al percatarse de que la trabajadora estaba sola, la intimó con un arma, aparentemente de fuego, exigiéndole el dinero de la caja registradora.
Se apoderó de 500.000 guaraníes, pero la agresión no terminó allí. El hombre la tomó del cabello, la arrastró hasta el fondo del local y le propino golpes de puño cerrado en el abdomen y el rostro. Posteriormente, la maniató de manos y pies, cubrió su rostro con una bolsa negra y le arrojó una prenda de vestir encima.
La víctima mencionó que fue manoseada y que pensó que sería el fin de su vida, ya que el agresor se mostraba extremadamente violento. También le exigió la llave de una caja fuerte, que la funcionaria le entregó, pero esta estaba vacía.
Sofía Toledo se encuentra en estado de shock y con 10 días de reposo, con gran dificultad para salir a la calle y, peor aún, volver a su lugar de trabajo.