El vino tinto, por ejemplo, es una de las mejores bebidas con un sabor delicioso, perfecto para disfrutar solos o en compañía, eso sí sólo una, ya que todo en exceso es malo.
De hecho, se recomienda tomarla acompañando al almuerzo o la cena, nunca con el estómago vacío y de preferencia, debemos tomar en cuenta que el tinto es mejor que otros tipos de vinos.
¿Sabías que el vino potencia el sabor de las comidas?
Curioso pero cierto, tomar vino mientras comemos hace que, gracias a sus propiedades astringentes, el sabor de las comidas se perciba de modo más intenso. Reduce el sabor de las grasas y nos da una sensación gratificante al limpiar nuestra boca.
Otro dato más que no sabías: Cuando estamos en un estado de situación de alegría, nuestros cuerpos liberan endorfinas y una copa de vino, nos ayuda a relajar nuestro cerebro, dándonos una mayor sensación de felicidad. Es decir, aumentamos endorfinas y felicidad.
En definitiva, con los vinos Santa Helena podés encontrar la compañía perfecta para acompañar tu comida.
Santa Helena, elaborado con dedicación desde 1942.