El pozo, que según el joven está a media cuadra de su trabajo y está así por cerca de dos meses, era tan profundo que él entró hasta la altura de su mentón, a pesar de medir aproximadamente 1.70 metros de alto.
Sergio relató que sufrió varios golpes en distintas partes del cuerpo, incluyendo la cabeza, la cara y los brazos, y tuvo un corte a la altura del mentón que lo obligó a ir al hospital. También debió realizarse rayos X en la zona del cuello debido a un dolor “insoportable” tras la caída.
Palacios lamentó que la ciudad de Asunción no esté preparada para personas con discapacidad, señalando que las calles y veredas de la capital son “muy pero muy peligrosas”. Aunque indicó que “la sacó barata”, advirtió que al lado del sitio de la caída hay otro pozo que contiene varillas y otros peligros.