El presidente del INDERT, Francisco Ruiz Díaz, se presentó ante la mesa directiva del Senado y distintas bancadas para explicar la venta de tierras del Chaco, pero su exposición generó fuertes críticas. Legisladores denunciaron que las propiedades, destinadas a la reforma agraria, fueron cedidas a personas que no eran sujetos de ella y que la documentación entregada era apenas un “papelito” o una hoja completada a mano.
Senadores como Eduardo Nakayama calificaron a Ruiz Díaz de “pobre bufón” por no poder responder las preguntas y culpar al gobierno anterior, mientras que la senadora Esperanza Martínez alertó que estas ventas podrían estar vinculadas a grandes negocios y al avance de la Carretera Bioceánica, señalando riesgos de narcotráfico y contrabando en la zona.
Frente a las críticas, Ruiz Díaz admitió falencias en la normativa y propuso conformar una comitiva conjunta con parlamentarios para verificar si las tierras se utilizan efectivamente en agricultura o ganadería. Aseguró que, de no cumplirse con estos requisitos, se podría anular los títulos otorgados en los casos más polémicos, algunos iniciados en 2020 y concretados en 2024.