El joven había sido llevado al juzgado un día antes para una inspección física solicitada por el Ministerio Público, a la cual se negó alegando que el médico debía ser varón.
Posteriormente, cuando la Policía y la Fiscalía llegaron a su domicilio con una orden de detención, no lo encontraron en su casa. Su madre inicialmente habría dicho que no pasó la noche allí.
Se desató una intensa búsqueda que movilizó a la Policía Nacional en todo el departamento y a la ciudadanía, que colaboró activamente a través de grupos de WhatsApp e imágenes de cámaras de seguridad, ubicándolo en diversos puntos de Yegros.
Esta presión ciudadana, mediática y policial pudo haber influido en su decisión de regresar y entregarse. Su defensora pública, afirmó que el adolescente “no estaba prófugo” y lo llevó ella misma al Juzgado tras reunirse con él y su madre en su domicilio.