Según las imágenes captadas por cámaras de seguridad de las residencias, se observa a una sola persona recorriendo la zona y llevándose los medidores de la ESSAP. El delincuente se toma su tiempo para cometer los robos.
Este problema no es reciente, ya que los vecinos manifiestan que hace varios meses que están pasando por esta situación, donde también les han robado cables. Los robos de medidores han afectado a más de una decena de viviendas en el barrio.
La situación genera un gran perjuicio para los afectados. Además de quedarse sin el servicio esencial de agua potable, reponer los medidores es un proceso largo (“todo un protocolo”) que cuesta tiempo y deben pagar nuevamente.
Los pobladores expresaron su preocupación, señalando que la falta de seguridad es constante a pesar de estar en una zona céntrica y muy transitada.