El proyecto propone la recuperación y refacción de edificios abandonados en el centro de Asunción, para luego convertirlos en apartamentos habitacionales.
Según los proponentes, este modelo es crucial para revitalizar y repoblar Asunción, además de fomentar nuevos empleos, incluso reactivando la vida nocturna de la capital, que consideran “casi muerta”.
Los diputados argumentan que miles de familias fueron sistemáticamente desplazadas de Asunción —muchas de ellas nacidas en la ciudad—, obligándolas a mudarse a las llamadas “ciudades dormitorio” del departamento Central. Este desplazamiento resulta en traslados de hasta cuatro horas diarias en colectivo para llegar a sus empleos en la capital, ya que no pueden costear una vivienda allí.
Como primer ejemplo, plantean recuperar el edificio Excelsior (10 pisos), ubicado en Benjamín Costán y 15 de Agosto, en lugar de que el gobierno lo subaste. Estiman que esta acción generaría rápidamente 40 departamentos para 40 familias.
Los legisladores critican las políticas habitacionales actuales, como el programa Ñande Roga Porã, calificándolas de “obsoletas” y “arcaicas”. Sostienen que construir casas en las periferias implica gastos masivos en infraestructura (caminos, electricidad, acceso a centros de salud) y dificulta el transporte público.