Señala que si los síntomas como vómitos, náuseas o diarrea persisten más de 24 horas, se debe acudir al médico, ya que la combinación de comidas frías con calor intenso puede provocar intoxicaciones. La hidratación es fundamental, usando agua, sueros comerciales o preparados caseros con agua, sal y azúcar.
El especialista también alerta sobre el uso de pantallas durante las comidas, que dificulta la digestión y favorece el sedentarismo, aumentando el riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes infantil. Recomienda comer en familia, en la mesa y sin teléfonos, y ofrecer una alimentación variada, con jugos naturales en lugar de procesados, carne roja con moderación y evitando embutidos.
Los bebés deben empezar a tomar agua desde los 9 meses y desparasitarse cada seis meses con Albendazol. Núñez enfatiza que los padres tienen la responsabilidad de enseñar hábitos de alimentación saludables, fomentando variedad de sabores, colores y texturas, y evitando que los niños coman de manera indiscriminada.