El uso de pirotecnia durante Nochebuena y Navidad puede causar aturdimiento, jadeo excesivo y aumento de la presión y frecuencia cardíaca en las mascotas. En casos extremos, los animales pueden vomitar o perder el control de sus necesidades, requiriendo atención veterinaria inmediata.
Para prevenir el estrés, López sugiere agotar físicamente a los perros con paseos, preparar una habitación segura con ventilador o aire acondicionado, y usar música de “sonido blanco” para amortiguar el ruido exterior. Además, los dueños deben mantener la calma, ya que los animales perciben la ansiedad humana.
Sobre el uso de fármacos, la especialista advierte que solo los veterinarios deben medicar. La premedicación con días de antelación es la forma más segura de evitar picos de ansiedad, garantizando que los “peluditos” disfruten de las fiestas sin temor ni sufrimiento.