De acuerdo con los primeros datos, entre los beneficiados se encuentran personas de nacionalidades paquistaní, china, taiwanesa y rusa. Las autoridades sospechan que algunos de ellos ingresaron al país portando cédulas falsas, emitidas con la complicidad de funcionarios del área.
La investigación, que lleva varios meses, apunta a que el esquema operaba desde dentro de la propia institución policial, aprovechando los accesos al sistema informático oficial.
Los agentes detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, que analiza imputaciones por falsificación de documentos públicos, asociación criminal y cohecho.
Desde la Comandancia de la Policía Nacional informaron que colaborarán con la investigación y que no se tolerarán actos de corrupción dentro de la institución. El caso ha generado gran repercusión y reabre el debate sobre los controles internos en Identificaciones.